Estos días me ha dado por probar pantallas para el ordenador de la «oficina», desde donde te escribo el 81% de estos emails.
Y ha pasado algo que lo ha cambiado todo:
He probado una pantalla con una
densidad de pixels de 218 ppi.
Eso son pixels indistinguibles, aunque te acerques a 10 centímetros.
Entonces, cuando he probado esa delicia durante 3 o 4 días y después he intentado volver a un monitor con 138 ppi…
Pfff.
Ya no había vuelta atrás.
Con 218 ppi el monitor se ve como la pantalla de tu móvil de gama alta.
Y escribir, navegar, diseñar, leer así… no tiene comparación.
(¿O podrías volver a un móvil de los antiguos con pixels como puños ahora?)
Vamos, que ya he decidido que no me muevo de los 218 ppi.
Y quizá es porque lo tengo fresco y ahora mismo no puedo pensar en otra cosa, pero se me ha venido a la cabeza que eso mismo es lo que pasa con el email copywriting.
No lo de la resolución…
(aunque con algunos emails a veces desearías que la pantalla estuviese borrosa para no poder leerlos)…
… Sino que con el tiempo vas viendo cosas que, una vez que las has interiorizado, ya no puedes dejar de verlas.
Como cuando te das cuenta de que lo que hay detrás de todo no es más que entretenimiento.
Una vez que lo ves, ya no puedes no-verlo.
No hay vuelta atrás.
Eso sí, saber que La Fuerza sobre la que se apoya todo es el entretenimiento, no significa que sea fácil crearlo y sostenerlo en el tiempo a largo plazo mientras haces un montón de cosas más en paralelo para que tu negocio facture.