Cómo destrozar infancias

Supongo que ya habrá salido en las noticias de relleno de los telediarios, pero el 1 de Enero de 2024 el diseño viejuno (en blanco y negro) de «Mickey Mouse» entró en dominio público.

No es que «Mickey Mouse», la marca, ya sea de dominio público. Eso sigue más blindado que el cinturón de castidad de la Madre Teresa.

Es el diseño de ese Mickey Mouse en blanco y negro.

Así que desde el día 1 de Enero ya había carroñeros esperando a lanzar películas de terror de acción real con Mickey Mouse como el asesino slasher…

(Curiosidad que igual te da para email o historia: no es la primera película de terror con Mickey; una vez a Disney se le fue la olla y lanzó una película de animación de terror en la que Mickey se volvía loco y rabioso. Lleva décadas intentando borrarla de la existencia y del recuerdo)

… y veremos si no acaba siendo Disney la que se lía a cuchillazos y demandas.

Entonces, un regalo super exclusivo para estos Magician Kings podría haber sido un peluche de Mickey Mouse ensangrentado (entiéndeme, con sangre falsa).

Más bien propicio para adultos muy fans de Disney; no para niños.

(que puede que sea un cabrón pero no soy un puto cabrón)

Así le destrozas la infancia retroactivamente a tu colega o pareja.

¿Que no mola?

Joer, qué poca ambición.

Destrozar infancias esta infravalorado.

A mi me enseñaron el otro día un juego de tablero de…

«I Love the 90’s»

Y me la destrozaron un poquito.

Lo primero que se me vino a la cabeza fue:

«Joer, qué triste, un día miras pa’ tras y te das cuenta de que casi todos tus recuerdos de la infancia ahora caben en un juego de mesa»

Pero no creo que les importe destrozar infancias porque llevan casi una década explotando los 90’s con esa marca y forrándose con conciertos, programas, directos, merchandising…

Muchos cantantes de la época aún hacen caja hoy día casi exclusivamente porque les llaman para este tipo de revivals nostálgicos.

Y es que la nostalgia vende.

Por eso hay que estar siempre pensado en ideas para transferir dinerito nostálgico a tu cuenta.

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