Cómo hacer pública tu privacidad para generar audiencia

Hace no mucho mi amigo el algoritmo de youtube —que ya me debe conocer mejor que mi madre— me recomendó un video:

(Ojo, que no soy «Peter File», me lo recomendó por otros asuntos)

Iba de una chavalita muy lista y muy mona que lo que hacía era lo siguiente: 

Se grababa en su casa tranquilamente hablando mientras:

 

Se maquillaba

Se peinaba

Se probaba un par de modelitos

 

No enseñaba cacho, no necesitaba nada de eso.

Simplemente estaba mostrando una parte de la vida de cualquier chica de su edad.

Pero lo estaba haciendo públicamente.

Gran parte de su éxito (porque tenía montón de seguidores y también haters —mayormente otras chicas) era que verla hacerlo era relajante:

 

Hablaba muy lindo.

Bonita voz.

Gran dicción.

Super natural.

Graciosa.

Inteligente, se enfrentaba a la crítica sin miedo y defendía su opinión.

 

Pero detrás de ese éxito más o menos evidente se encuentra otro principio.

Uno que yo estoy convencido de que hace que generes una gran audiencia en una red social si estás dispuesto a llevarlo a cabo y poner el trabajo duro que requiere.

Y ojo, esto es una teoría.

No tengo la verdad absoluta y puede que si tú lo haces te comas lo mocos.

Solo soy un buen observador.

Y llevo consumiendo casi enfermizamente youtube desde 2005, en cuanto se fundó.

A pesar de que no sé editar video, no salgo bien en video (soy más guapo en persona), no me desenvuelvo bien en video y los videos no son lo mío.

Pero es la única «red social» que me gusta (de hecho, me encanta), a pesar de que yo no la considero dentro del concepto moderno de «red social», sino que la veo como algo más grande, casi wikipédico, terapéutico y fundamental para internet y el mundo.

Si quieres saber cuál es ese principio y además te da igual que te dé el coñazo con 557 frikadas sobre YouTube:

Suscripción a la lista de correo