El eterno de debate de escribir con faltas o escribir bien

Últimamente la gente escribe en sus newsletters como si quisiese provocarle un ictus al creador de los cuadernillos Rubio.

Esto es porque se ha popularizado que escribir mal «no solo no importa, sino que es hasta bueno».

Que hay hasta que chulear de ello.

Porque dicen que genera haters y respuesta directa y que un hada madrina vaya a tu casa el día 30 para tocarte con su varita y hacer que Hacienda te ingrese la cuota de autónomos a ti.

NORL.

A ver, no te líes. Y que no te líen.

Que cometas faltas puede dar igual si lo estás supliendo con que tus textos dicen algo.

Que comentas faltas da igual si el fondo de lo que escribes es de calidad.

Da igual si sabes manejar la atención y la adicción.

Da igual si ya tienes una audiencia grande, mucha popularidad y estatus, y cada día podrías venderle un bote de pepinillos picantes envasados con tu nombre a la gente que te sigue.

Etcétera.

¿Es tu caso?

¿Sí? ¿No?

Pues escribir mal, per sé, no te convierte en un copywriter mejor, por mucho que otros sí lo hagan bajo determinadas circunstancias.

Por otro lado e igual de importante:

Que escribas mejor que un académico de la RAE enamorado, también da igual si lo que dices transmite menos que el folleto de Shawarmas del turco de la esquina.

Eso tampoco te hace un mejor copywriter o vendedor rascatecler.

Y una última cosa, ya para terminar por hoy:

Últimamente los correos de marketing directo que se ven ahí fuera también parece que hayan pasado todos por el corrector de estilo de la Generación de Poetas del 27.

Todos con estrofas.

Vale, pues esto tampoco te convierte en un mejor copywriter o vendedor en pixels.

El «truco» no está en el espacio entre párrafos.

Y ya está, creo que eso era todo lo que quería aclarar hoy.

En general, si tienes algún problema escribiendo, de cualquier tipo, o alguna cosita personal, no tiene por qué ser malo o bueno.

Eso depende de cómo lo manejes.

Si lo haces como la mayoría de la gente, pues sí. Será una piedra con la que tendrás que cargar y con la que seguramente nunca te levantes.

Si lo haces como yo te digo, profundizando hasta la obsesión y con un nivel de consciencia que hasta te podría hacer llorar pues… no será un obstáculo.

Aunque seas daltónico y solo te depiles la ceja izquierda.