Hace no mucho me escribió alguien que iba a empezar un negocio desde cero y no tenía mucha idea de email marketing ni de venta en pixels.
Lo que sí tenía claro es que primero crearía contenido para vender con ChatGPT.
La respuesta que le di encaja perfectamente con este otro tema:
Cada vez hay más estudios científicos que parecen corroborar que la «escritura a mano» está fuertemente relacionada con el rendimiento académico.
Y aunque siempre digo que nunca te puedes fiar de este tipo de «estudios de mercado» porque igual están financiados por BIC, Pilot, Faber-Castell, Pelikan o Montblanc…
… Pues parece que tiene cierto sentido.
A ver, no creo PARA NADA que sea el único factor que determine el rendimiento académico (que por otro lado no tiene por qué solucionarte la vida).
Hay chorrocientos más.
Pero sí creo que la habilidad de la caligrafía o el arte de tomar apuntes o de escribir esquemas, de pensar rápido sobre el papel y, en definitiva, de ser mañoso boli en mano… es una habilidad muy muy interesante de tener.
Quizá sea la más importante que adquieres durante tu vida académica después de la de parecer despierto con el codo apoyado en un pupitre.
ENTONCES.
No saber vender por escrito y —para empezar un negocio— encomendarle esa misión a ChatGPT, es pegarte un tiro en los huevos.
Porque 1) ni sabrás si lo hace bien o mal, 2) ni sonarás diferente al Remix de textos de venta que haya en tu nicho de mercado y por tanto no destacarás ni llamarás la atención y, 3) no aprenderás nunca a hacerlo tú, y carecerás de sentido crítico, estratégico, táctico, narrativo, del humor, etcétera.
Hazlo mal si no sabes.
Pero hazlo tú.
Escribe tú.
Cuando sepas hacerlo bien, y sin que tengas que ser Ogilvy, ya lo delegarás.
Un ejemplo real de esto en mi negocio es el primer libro que escribí.
Que también fue el primer producto (propio) que vendí.
Cada vez que me lo leo, veo más fallos, más temas en los que ni yo estoy de acuerdo conmigo mismo, y más cosas que ahora haría (y hago) de forma diferente.
Es más, ni siquiera mi estilo de escribir emails es igual.
Ha cambiado.
Pero para llegar hasta aquí tuve que pasar por el aprendizaje de varios años.
Años escribiendo emails, productos, páginas, posts, libros.
Para mi y para otros.
Algo de eso cada maldito día.
Y claro, no es algo que todo el mundo esté dispuesto a hacer si tiene ChatGPT al alcance de un par de clics.
Ahí está la clave.
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