Se hizo viral una captura de wassap en la que un tal Mario Jefferson, que debe ser un cantante popular, publicó en no sé qué red.
Resulta que al director de Espejo Público, un programa que no sabía que aún existía, se le antojó que saliese algún millenial rollo Rosalia (tipa que tampoco sé quién es) cantando «Se nos rompió el amor» de Rocío Jurado (esa, a mi pesar, si sé quién es).
Pero lo que no se le antojó es pagarle para actuar.
Le iban a pagar con «visibilidad».
Promoción gratuita.
(Je)
Entonces en la conversación de wassap se ve como la «project manager» que tenía el marrón de cerrar el trato le pone encima de la mesa que no va a cobrar ni un duro, que lo consideran promoción gratuita, y que «perdón por el atraco».
El tal Jefferson se niega con tan poco tiempo de antelación.
La otra le da la razón y hasta deja en ridículo las locuras de su director y jefe.
Y al final le dice el millenial con to el arte del mundo:
«Pos dile a tu director que esto no es como pedir un Glovo».
(supongo que el que le lleve las redes a Glovo estaría espabilao después)
Pero lo mejor es que todo lo que no le querían pagar por cantar una canción de la Jurado se lo habrían pagado para que quitarse la captura de las redes sociales.
Literalmente, no dejaban de contactarle para que la retirara.
Dicho de otra forma:
No se movilizaron con la más mínima seriedad para cerrar la actuación de un profesional remunerándole como es debido…
Pero para evitar la vergüenza y el daño a la imagen de la marca y al director…
… se movían como si les hubieran metido un petardo por el culo.
Y esto es algo interesante a considerar cuando vas a vender por escrito.
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