Hay una serie que ha sido un éxito inesperado:
Jury Duty (2023)
Va de que pillan a un incauto que tiene que asistir como jurado a un juicio.
Él no sabe que está grabando una serie.
Ni tampoco que el resto del jurado son actores que van a seguir un guion.
Y entonces empiezan a pasar cosas raras.
Y esa es la gracia de la serie.
Es como una comedia mezclada con falso documental y con un reality show.
Pero ojo…
Que no es que sea un «actor que está interpretando a un personaje que hace como que no sabe nada».
Es que de verdad el colega no sabe nada.
No actúa.
Y la serie se está rodando en torno a sus reacciones.
Eso, como producto (la serie) tiene grandes riesgos.
Porque… ¿Qué pasa si el colega se da cuenta de todo el percal?
¿Qué pasa si se huele algo?
A tomar por culo la serie, ¿no?
Pues eso también lo tenían bajo control los productores y guionistas.
El Plan-B era que si el prota se daba cuenta del pastel…
… entonces no se lo dirían al resto de actores.
Y los que antes actuaban y eran los ganchos… pasarían a ser los protagonistas «engañados».
Je, ¿no es genial?
Es una genialidad.
Tener un producto que si vendes de una manera… es un éxito.
Pero que si por lo que sea se tuerce… le das la vuelta… y también es un éxito.
Una maravilla.
Quién tuviera algo así…