Hay un canal de YouTube al que estoy suscrito y que solo miro de vez en cuando que tiene una cifras mareantes:
1,32 M de suscriptores.
Cifras que te hacen pensar que seguramente va de streamear videojuegos o de…
Bailar.
Ligar.
Nomadismo digital.
Bitcoin.
Apple o Xiaomi.
Hacerse rico rápido y fácil
Pero no.
El canal va de…
Hormigas
De tener hormigas en casa.
Pero no de las que se te cuelan en verano y se te meten en el bote de azúcar.
De las que quieres tener, en hormigueros reales transparentes, con su hormiga reina y todo.
Y observar qué hacen, cómo construyen sus cosas, cómo se relacionan.
Comprarles más y mejores y más grandes hormigueros.
Mantenerlos (humedad, limpieza, reparaciones).
Y a las que tienes que alimentar, claro.
Es todo un hobby, y no precisamente minoritario.
(Cuando un canal en YT dedicado a un hobbie tiene +1M de subs puedes estar seguro de que el hobbie no es minoritario)
Y nada, que eso ya es interesante de por sí.
Y lucrativo.
Pero hoy, mientras veía cómo comenzaba el nuevo reinado de una hormiga…
(literalmente, se veía como la Reina entraba en su nuevo hogar)
… he pensado en algo mu’ profundo.
Que para esas hormigas, el hecho de que las estén observando y criando en un entorno artificial, es irrelevante.
De hecho, no lo saben, ni nunca lo sabrán.
No pueden entender el mundo a ese nivel.
Jamás comprenderán que les están poniendo por delante hormigueros de cristal y cámaras.
Nunca comprenderán nada por mucho que el dueño les grite, les hable, les alimente, o les ponga una placa conmemorativa de YouTube delante.
Para ellas esa es la vida, tan natural y real como para cualquier otra hormiga.
Y espera, que te dije que me puse muy profundo, así que aún hay más:
Justamente ese es un concepto muy usado en ciencia para explicar, ante la posibilidad de vida inteligente extraterreste, la pregunta:
«¿Por qué nunca nadie nos ha contactado?»
Pues porque es muy posible que para una civilización que sepa de nuestra existencia, estemos muy por debajo del nivel de comprensión necesario para entender la vida más allá de tal y como la conocemos en nuestro hormiguero.
Por más que nos griten o nos cuiden.
Por lo tanto es inútil.
Y por lo tanto lo más interesante que se puede hacer con nosotros, sin destruirnos, es observar nuestra vida.
Como un hobbie.
Y ya está.
¿Marketing, dices?
Si le vendes a un mercado no hacen falta más explicaciones, ya le habrás pillado por lo menos 2 o 3 lecturas todo esto.
¿Más material?