Ayer conté la historia de un perfil que tiende a ser muy fiel si solucionas su problema.
Pero no estaba diciendo que la fidelidad eterna y estricta exista en los negocios.
De hecho, es al revés.
Lo que hay es infidelidad.
Hasta el fan más acérrimo de Apple se comprará un Android si se siente traicionado por los últimos iPhones.
Y por supuesto, también en el mundo infoproductor.
No conozco ningún caso dentro de este vasto mercado donde los clientes solo le compren a una marca.
Ni creo que exista.
A pesar de que haya infoproductores vendiendo la idea de que si construyes tu narrativa de un determinado modo tendrás clientes que solo querrán comprarte a ti, y a nadie más que a ti.
Es su opinión y su funnel, por supuesto.
Ahora bien, ¿te debe quitar el sueño que tu cliente sea infiel?
Pues es como si estás en una relación no-abierta y tu pareja te pone los cuernos (y te enteras).
Dentro de “lo malo” que te puede pasar…
Eso es lo mejor.
Porque te hace libre.
Tanto de seguir en una relación que está por encima de eso (siempre que no te auto-engañes).
Como de no seguir y volar, sin el más mínimo remordimiento.
Entonces, la respuesta:
No, absolutamente no.
No te tiene que quitar el sueño que tu cliente sea infiel.
Porque lo va a ser.
Así que cuanto antes superes eso, mejor.
Más amplio el mercado –> menos fiel tu cliente.
Porque tiene más opcionalidad.
Y porque es prácticamente imposible que puedas cubrir todos los ángulos en torno a un nicho.
Así que la única fidelidad que merece la pena trabajar es la de:
Ser fiel a ti mismo.
En mi egocéntrica, planificada, y narcisista opinión, por supuesto.
Y sí…
Es un efecto secundario de trabajar en lo que propongo.
Y funciona aunque no sea el único sitio donde estés metiendo tu… dinero.