El título «Italian Stallion» no te suena de nada.
Traducido es «El semental italiano».
Así puede que te suene más. O que la encuadres en el género porno.
Pero sigues sin saber cuál es.
Espera, te doy una pista:
Uno de los actores era «Sylvester Stallone», de ascendencia italiana.
Ya lo vas pillando…
Fue su primera película cuando aún dormía en la calle.
Solo que el título original de la peli no era «Italian Stallion».
Era «The Party at Kitty’s and Stud’s».
Y Sly era un secundario (supongo, no la he visto, soy así de puro).
Le pagaron $200, que le sacaron de la estación de buses donde «vivía».
Llegó incluso a empeñar a su perro de raza por $50.
Hasta que escribió un guion titulado «Rocky».
Vendió los derechos por una miseria pero con una condición crucial:
Él interpretaría a Rocky.
Boom.
Poco después la peli porno de…
«The Party at Kitty’s and Stud’s»
… pasó a titularse y venderse como:
«Italian Stallion»
Y la portada de la peli pasó a ser, principalmente, la cara de Sly.
Que antes ni siquiera salía.
Sé que entiendes por qué lo hicieron. Entiendes lo que pasó ahí.
Pero…
¿… lo entiendes de verdad?
Lo entiendes —por seguir con la jerga porno— ¿en profundidad?
¿Sabrías aplicarlo para tu marca sin ser un actor mundialmente famoso?
¿Sin la ayuda de gente con visibilidad a la que sobornar?
¿Penetrando en la mente del que te lee?
Bueno ya basta de jerga porno.
Si esas 3 preguntas te generan dudas: