Muchos emprendedores con negocios online acaban chapando sus proyectos.
Hasta ahí normal. Yo he chapado varios míos.
Pero de un tiempo a esta parte…
(en concreto desde que en 2016 – 2017 comenzase a enviar emails diarios hasta el butanero que viene a repartir por el barrio)
… a mi me da la sensación de que ese hastío viene por la parte de la venta.
Y más concretamente por la parte de la venta por email.
Porque a muchos les cansa «hacer el teatrillo».
Estuvo muy guay darse cuenta de que si enviabas muchos correos seguidos que no eran panfletos comenzabas a generar lectores asiduos y clientes.
Pero claro, seguir haciéndolo tras 5, 6 o 7 años, día tras día, ya es harina de otro costal.
Yo lo que creo que cansa son cosas como:
- Que tu medio no sea el rascatecleo — si no te gusta escribir ya de normal, no vas a disfrutar del acto en sí mismo de usar la escritura como medio para vender. Te vas a cansar. Porque igual preferirías vender enviando audios de wasap. Hacer Wasap Directo. (Seguro que hay cursos ya de eso).
- Que lo que hayas hecho en 7 años no haya sido aprender copywriting de respuesta directa ni marketing directo en realidad… sino más bien aprender a ser un muy buen imitador de otro. Eso cansa. Desgasta mucho.
- Que no estés vendiendo ni productos ni servicios, obviamente.
- Que sientas que no puedes expresarte, ser tú mismo, divertirte, hacer algo original — que es consecuencia directa de los 2 puntos anteriores.
- Y más cosas que harían el email demasiado largo.
El caso es que esto me ha recordado a una frase que dijo Tarantino en alguna entrevista.
Le preguntaron que cuál era su película favorita (de entre su propia filmografía).
Dijo que cree que su mejor película es «Once Upon a Time in Hollywood».
(Venga Tarantino no me jodas…)
Pero también dijo:
— «Si te soy sincero creo que todas son buenas. Y la razón de que eso sea así es muy sencilla: hago mis películas para mí».
Y esa es una mentalidad más cercana —no digo que al 100% pero sí más cercana— a la que debes tener cuando estás construyendo una marca a través del email.
Aunque claro, si odias escribir, si no es tu medio, y si lo único que has hecho es imitar los chascarrillos y las maneras de otros y clonar todo sin ponerle lo más mínimo de tu toque personal…
… pues ni eso te va a salvar del hastío.
En cambio, si tu caso no es ese y no te da miedo hacer algo original: