Los coreanos la mueven mejor

Estoy viendo una serie coreana toh guapah:

무 빙
(“Moving”)

Es como si “Heroes”, aquella serie yanqui de 2006 que intentó recoger el testigo de “Perdidos” y que fue cancelada antes de tiempo, estuviese hecha por coreanos.

Y llega un punto en la trama en la que a una protagonista le encargan seducir a otro protagonista sin que éste sospeche (temas de espionaje).

Ambos trabajan en el mismo edificio. No se conocen.

Entonces, ¿qué hace la chica?

Primero

Cada día se asegura de pasar por delante de él sin hacerle ni caso. El tío tampoco le presta la más mínima atención, ni siquiera la mira.

Segundo

Repetir eso durante semanas. Llegado el momento, el tío un día se percata de la presencia de ella. Sigue sin hacer ni caso. Pasan los días. Y ella se sigue cruzando, sin mirarle. Él ya empieza a mirar más frecuentemente. Pasan más días. Ella sigue apareciendo. Pasan los días. Él acaba observándola cada día caminar por el vestíbulo. Tiene curiosidad.

Tercero

La chica ahora se asegura de coincidir con él (y más gente) en el ascensor. Además siempre va cargada con una pila de libros. Él chico le presta atención, pero no hace nada.

Cuarto

La chica repite lo de los libros y el ascensor. Al cabo de unas semanas el chico se asegura de que ella no pierda el ascensor y siempre vayan juntos. Le sujeta la puerta.

Quinto

La chica sigue insistiendo. El chico ahora se preocupa por lo pesados que parecen esos libros que siempre lleva. Se los sujeta para liberarle de la carga durante el trayecto del ascensor.

Sexto

La chica se asegura de que el chico le vea ir a la máquina de café todos los días (por cierto, ella odia el café). Él la observa atentamente. Pero aún no la sigue.

Séptimo

Finalmente coinciden (y no casualmente) en la máquina de café y hablan. La conversación no fluye y él está visiblemente tímido.

Octavo

Un día durante el café, él le dice a ella que lo sabe todo. Que le ha descubierto. Que es consciente de que está intentando seducirle porque se lo ha ordenado el jefe. Ella pregunta por qué. El le dice: “fácil, porque todos los días llevabas exactamente los mismos libros apilados en el mismo orden”. Ella lo reconoce todo y admite que seguía órdenes.

Noveno

Al chico le da igual. Ya es demasiado tarde. Se ha enamorado de ella.

FIN.

Si ves alguna correlación con el email marketing, es pura casualidad.

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