Si con 52k suscriptores en YouTube ya empiezas a tener un negocio serio (si sabes cómo monetizar eso), imagínate con…
¡182+ MILLONES de suscriptores!
Eso es lo que tiene Mr. Beast, el youtuber MEGALODÓN del planeta Tierra.
Doy por hecho que has oído hablar de él.
Hace no mucho fue noticia porque estaba comprando varias casas en un mismo vecindario solo para que su familia, amigos y colaboradores vivieran todos en el mismo barrio.
Enseguida le llovieron las críticas por estar comprando un vecindario entero, que eso era explotación y negación del derecho de desconexión, que vaya gilipollas con solo 24 añitos, multimillonario y despilfarrando el dinero así…
En fin, ya sabes, lo normal cuando te va bien.
Después resultó que «solo» había comprado 5 casas normalitas en una calle y que no era para tanto.
Además, no sé cómo estarán los que trabajan para él, pero me da que no son mileuristas y que las tareas a realizar en un solo día serán algo más apasionantes que las de un funcionario en todo un año.
Yo firmaría volver a tener 20 añitos y ser su colega, editor, prompt optimizer manager, su barbero, su curador de contenidos que ver en Netflix, o el catador de los caterings en sus eventos de grabación de videos.
¿Dónde? ¿Dónde estampo la rúbrica?
Bueno, pues algo que no todo el mundo sabe es que este tío empezó a dar el cante en YouTube siendo un completo desconocido con el siguiente reto:
Sentarse delante de la cámara y empezar a contar hasta CIEN MIL.
Así, tal cual.
1, 2, 3, 4… 109… 488… 1062…
… 5547…
… 78321…
… 99.997, 99.998, 99.999 y…
… 100.000!
En un épico directo que duró unas 40 HORAS.
Eso le trajo miles de suscritores, se hizo viral, apareció en noticias, blogs, podcasts, otros canales, redes sociales, y le llegaron decenas de miles suscriptores más.
A partir de ahí empezó a hacer pasta.
Y lo que hacía con ella es que los beneficios por publicidad de cada video que le ingresaba YouTube los re-invertía en grabar un siguiente video aún más épico, más genial, más viral, más caro de grabar. Y con los beneficios de ese video volvía a grabar un video más épico, más genial, más viral…
Así hasta regalar islas completas a desconocidos, entregar Teslas por la calle al primero que pasaba o montar una versión en vivo de El Juego del Calamar.
Joer, si es que lo de comprar 5 casas es lo más normalito que ha hecho este hombre.
Total, que dirás que vale, que ya que no hace falta ninguna habilidad especial —más que saber contar— para arrancar en una red como YouTube y generar leads para tu lista de correo, entonces es que se trata de tener infinita paciencia, poca vergüenza, determinación…
Sí, claro, eso ayuda.
No solo en YouTube, donde sea.
Y para construir un imperio así hay que tener la mentalidad adecuada, no lo puede hacer cualquiera.
Pero en realidad lo que hizo Mr. Beast de empezar grabando un video donde contaba hasta 100.000 y luego escalar a partir de ahí responde a un patrón más general.
Uno que he identificado como friki, consumidor y observador de YouTube durante sus 18 años de historia.
Y la verdad es que lo podía haber explicado con el caso de Mr. Beast.
Pero fue otro canal el que finalmente me inspiró a hacerlo, a grabar un video para contarlo, y hasta a ponerle nombre.
Porque con ese caso se ve, se huele, y se entiende todo mucho mejor.
El enlace para echarle un ojo solo lo paso dentro de mi lista.