Las estafas son interesantes.
No necesariamente para hacerlas, sino porque suelen ser ejemplos de 1) respuesta directa y 2) simpleza.
Es decir, son el camino recto de los hombres malos.
Camino que luego tú puedes adaptar por la vía legal para transferir sumas de las cuentas corrientes de otros a las tuyas.
Hoy veremos la estafa del vishing + spoofing:
Vishing = hacerse pasar por un representante de empresa o institución legítima cuando a lo mejor eres «Manolo el de los NFT con cara de perritos Shiba Inu».
Spoofing = falsificar la información de origen de una comunicación. Que el remitente de una llamada aparezca como el número de tu banco, pero que no lo sea realmente.
Que sí, que tú eres demasiado listo para caer en estas cosas y desde fuera te dan ganas de pegarle dos tortazos a la pobre víctima…
… Pero imagina que llaman a tu abuela de 75 años.
Obviamente la estafa apunta a este tipo de usuarios.
(Aunque los hay más incautos con 30 años menos; conozco casos)
Pues lo que hacen es:
- Suplantan el número de teléfono de la sucursal de una famosa cuenta bancaria. Esto es spoofing. No me preguntes cómo lo hacen, pero se puede hacer. Así que parece que te están llamando de tu banco.
- Buscan a víctimas que tienen cuenta ahí, claro. Esta info se puede conseguir en el mercado negro. O teniendo un «colega» que trabaja de operador en nosédonde y qué tiene acceso a una base de datos. Y también sale de esas «aplicaciones gratuitas de móvil para hacer chorradas tipo sonidos, filtros, gilipolleces». Lo que están recopilando en segundo plano con tu consentimiento mejor no quieras saberlo.
- El que llama por teléfono se hace pasar por un empleado de dicha entidad. Es necesaria cierta profesionalidad en el engaño. Si llamas con todo tu acentazo murciano profundo de barrios bajos con destellos gitanos, pues igual no cuela.
- Le dice a la víctima que han detectado acciones fraudulentas en su cuenta de ahorros, que el dinero está a salvo, pero que es mejor transferirlo a una «cuenta segura» hasta que arreglen el problema.
- Si la víctima desconfía, le dicen que tiene dos opciones 1) colgar e ir a su banco en persona por la mañana siguiente, cuando quizá ya le hayan robado o 2) verificar que el número de teléfono del que llaman es del banco… y continuar con la operación.
Y así, cuando la víctima les hace la transferencia a la «cuenta segura», en realidad se la está haciendo directamente al estafador y verás tú que gracia cuando vaya al banco el lunes.
Básicamente, en términos de marketing el equivalente sería algo así como:
Falsificar autoridad, falsificar un estilo de vida…
… o tomar extrema ventaja de una autoridad o estilo de vida que no son completamente falsos…
… pero que utilizas una y otra vez para convencer a tus prospectos de que compren tus productos…
… a pesar de que sabes que no van a conseguir resultados con ellos o de que están inflados.
Pero esa es solo una metáfora rápida que se me ha ocurrido.
Igual a ti se te ocurren otras.
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