El otro día leí sobre un reality show que desconocía y que me parece lo más hardcore (y a la vez gracioso) que he escuchado hasta el momento en su nicho.
Se titula:
Shattered
(«destrozado», «hecho polvo», «reventado», «descompuesto»)
Y va de reunir a varios incautos en un centro comercial abandonado.
¿El objetivo?
No dormir durante una semana o más.
Es decir, todo es una competición por ver quién aguanta más tiempo sin planchar la oreja.
El reality tuvo una única edición en 2004 y se grabó en contra de las recomendaciones de varios grupos de psicoterapeutas.
Lo cual no me extraña porque la idea está bien cercana a la tortura psicológica.
El caso es que no es solo deambular por ahí tratando de no dormirte.
Eso sería «fácil».
Al estar en un sitio grande como un centro comercial donde puedes hacer muchas actividades físicas, el tema se podría alargar demasiado.
Así que cada día además tenían que pasar varias pruebas:
- Tumbarse y abrazar a un osito de peluche durante un rato.
- Descansar mientras escuchaban a una abuelita contarles cuentos (apuesto a que la abuela era una experta ASMRtist)
- Acoplarse en un sitio cómodo mientras miraban secarse una pintura.
- Contar ovejitas en una pantalla.
- Ver aburridos documentales o una vuelta ciclista.
- Leerse la misma aburrida página de captación clónica en la que se están copiando los textos e incluso el diseño y la «cajita» del formulario de suscripción de la web de otro copywriter.
Y no solo eso, además luego tenían que pasar otro tipo de tests rollo Stallone en la película de «Encerrado», cuando le meten en ‘El Hoyo’ y cada 7 minutos durante 24/7 suena una alarma a toda hostia, un foco le ciega, y tiene que levantarse y repetir su nombre y número de recluso en alto.
Tests de:
- Agilidad mental
- Tiempo
- Memoria
Donde los que sacaban la puntuación más baja tenían que enfrentarse esa noche a un desafío especial en el que ya si perdías, te ibas a la calle.
También me hizo gracia que a la chica que resultó vencedora en el reality la acabaron apodando:
La Terminator
Je.
Bueno, ¿el punto de todo esto?
Que suena muy hardcore.
Que parece muy hardcore.
Que te lo venden como muy hardcore.
Que te llevas las manos a la cabeza de hardcore…
… pero te ocultaban que uno de esos pequeños «secretitos de producción», es que a los concursantes, fuera de cámaras, se les permitía echarse siestas de 45 minutos.
Ahhh migo.
Pues ya no suena tan espectacular y tan hardcore ¿eh?
Por eso hay que tener cuidado con los datos que muestras y los datos que ocultas en tu publicidad.
Por lo general, mejor no ocultar lo que después va a ser obvio.