Te venden una casa y se quedan de okupas

En Tenerife hay una pareja que le compró una casa a una adorable ancianita belga.

Oh, el chocolate belga, qué rico.

Bruselas, como mola. La capital europea. Puedes aprender inglés, francés, cervecés… y estás a 2h y media de España en avión.

Bueno, que se hipotecaron. Delante de notario. Adquirieron legalmente la propiedad.

Entonces la adorable ancianita les dijo:

 

— «Oh, ¿os importa que me quede unos días más en la casa mientras preparáis la mudanza? Es que es navidad…

 

Venga vale.

 

— «Oh, ¿os importa que ya lo alarguemos hasta después de la cabalgata de los Reyes Magos?

 

Errrr…

 

— «Oh, ¿os importa que me quede un par de semanas más? Es que me tienen que hacer unos análisis y unas pruebas y…

 

Y para cuando se quisieron dar cuenta la adorable ancianita belga se había transformado en…

… una puñetera okupa de la casa por la que se acababan de hipotecar y que ahora no podían habitar pero sí tenían que pagar.

Más los gastos del alquiler de otra vivienda para no quedarse debajo de un puente con dos cartones.

Más los gastos de un hijo que tenían estudiando en la península.

Más los gastos burocráticos y del abogado al que contrataron para hacer los trámites para echarla.

Trámites que pueden durar hasta 2 años…

… en casos «normales».

Pero la adorable ancianita belga aún tenía un As bajo el Marca:

Había «adoptado» a un menor. Inmigrante. Huérfano. Que vivía con ella en la casa que acababa de «vender».

Su seguro de vida.

Echarla es desahuciar a un menor, así que añádele unos cuántos trámites más y una pizquita de paciencia en el sistema judicial español.

Dicen que al salir del notario la agüela tuvo la sangre fría de hacerles un «chistaco» que pensaron que era coña pero que ya les hizo arquear la ceja:

 

— «Jaja, y ahora me quedo de okupa con el niño 10 años y tal, te imaginas? Juju»

 

Pues 10 años no… pero 3 años y medio sí que han pasado y todavía no pueden echar a la amable ancianita belga de la casa.

Debe ser algo que te hace hervir la sangre.

Pero mucho.

Es que, no sé, ¿puede haber un acto de traición más ruin entre las 2 partes de un negocio de compra-venta?

¿Es posible? ¿Puede ocurrir…?

 

… POR SUPUESTO QUE SÍ.

 

Y lo peor es que hay actos de traición y autosabotaje que te haces tú a ti mismo.

Sin necesidad de ancianitas adorables.

Es más, te los haces a diario mientras escribes emails a tu lista.

En concreto hablo de uno ellos (terrible) en un capítulo de mi libro.

Se titula «Autocensura». Y cuando lo interiorizas te das cuenta de que, en realidad, tienes okupas en tu mente y en tu calendario editorial.

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