Todos tus potenciales clientes están enfermos

Formas de pensar para escribir buenos textos de venta hay muchas.

Una bastante jachonda es la que proponía «Sir Gary of Halbert», y que yo inmortalicé de forma práctica en un capítulo de mi «Insoportable eBook».

(que es de pago y no voy a revelar aquí)

Hoy hablaré de otra que yo me sé:

ABOULOMANÍA

¿Alguna idea de lo que significa el palabro?

No, no lo busques en la RAE porque no está.

La Aboulomanía es un trastorno psicológico que, por desgracia, experimentan las personas con depresión, mayormente.

Pero no solo las que tienen depresión. También la gente sana.

¿Y qué es?

Pues viene del término..

ABULIA

Este sí está en la RAE:

Del gr. ἀβουλία aboulía.

1. f. Pasividad, desinterés, falta de voluntad.

Sin.:

pasividad, dejadez, abandono, desidia, boludez.

desinterés, indiferencia, desgana, displicencia, apatía.

La Aboulomanía es un trastorno por el cuál la persona se ve incapaz de tomar una decisión. Por simple que sea.

Incapaz de elegir un plato en un restaurante.

Incapaz de escoger un color de ropa.

Incapaz de tomar una decisión crucial en su vida.

Y aunque no llegue a trastorno es algo que en mayor o menor medida afecta a muchos.

Fijo que tienes algún amigo extremadamente indeciso.

Que se deja llevar por la vida.

Pero que nunca «decide».

… Pues bien, todos tus potenciales clientes están enfermos.

De Aboulomanía.

La técnica va de escribir tus textos de venta como si la persona fuese una Aboulómana terminal que no podría escoger cara o cruz ni aunque le apuntasen con el cañón de una escopeta recortada en las narices.

Porque, de hecho, lo es. En cierto modo.

Es así de escéptica ante lo que vendes.

Así de desganada, pasiva, dejada, indiferente, apática.

Entonces, si eres tan claro, conciso y directo explicando lo que tienes, ofreciendo una solución tan simple, tan pan comido, que no hay nada que pensar…

(en inglés le dicen «no-brainer»)

… estarás más cerca de donde hay que estar.

Ahora bien, sin fliparnos:

Que esto es un marco de pensamiento.

Que no es tan sencillo.

Que no es mágico.

Es una ayudita.

Una palmadita que te puede desatascar si un texto se te resiste.

Y no, esta metáfora no la encuentras en ningún libro. Porque se me acaba de ocurrir.

Así que supongo que es un método recomendado por el mismísimo «Sir Rafa de Moya».

(poca broma esto, que mi apellido es feo, pero una vez me dio por mirar de donde viene y resulta que es de un alto linaje español; casi nada)

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