En la serie “Silicon Valley” (de la que a poco que seas mínimamente geek y/o te guste el marketing deberías ver al menos las 2 primeras temporadas) hay un capítulo buenísimo en el que los protas se enfrentan a un “Trol de Patentes”.
Un Trol de Patentes es alguien que lo único que tiene es una “cartera de patentes” con derechos sobre algo que puede tocar de refilón un área extensa en particular.
Puede que en su día las registrase o puede que las comprase a terceros, da igual.
El caso es que esa gente el único negocio que tienen es el de demandar a cualquiera que potencialmente esté infringiendo sus patentes.
Y la mayoría no está infringiendo sus patentes…
Pero tiene que demostrarlo ante la justicia.
Defenderse ante la demanda.
Y claro, aunque tengas la razón esto puede ser muy costoso.
Además, incluso si ganas un round, los trols reclamarán, entrarás en una espiral de procesos judiciales que pagar de tu bolsillo y tendrás que volver a hacer frente a más trámites, minutas de abogado, procuradores, notarios, etc.
Por no hablar del tiempo que dejas de invertir en tu negocio.
Entonces muchas empresas directamente les pagan para no ir a juicio.
Porque te acaban ahogando y si eres una startup puede que incluso te hundan el negocio.
Vamos que más bien es una extorsión en toda regla.
Esa era la gran amenaza en ese capítulo de la serie de HBO; aunque mejor no te cuento cómo lo resolvieron.
Un ejemplo de trol de patentes reciente es…
Motorola
La empresa de telefonía se hundió tras la aparición de los smartphones.
Pero aún conservaba una gran cartera de patentes procedentes de su época dorada, en la que patentó muchas cosas de los “teléfonos ladrillo” que usábamos (un arma blanca sin igual a la par que útil para llamar).
Así que durante mucho tiempo sobrevivió a base de trolear a Apple, Samsung, Xiaomi, HTC, etc.
A veces ganaba juicios y otras veces se llevaba dinero de acuerdos para no ir a juicio.
Al final creo que ha acabado vendiendo su cartera a otros trols de patentes profesionales.
Bueno pues cuando emprendes y montas un negocio de lo que sea… fijo que vas a enfrentarte a “Trols de Patentes”.
No es que sean exactamente trols, pero te vas a enfrentar a muchos negocios que el único negocio que tienen es vivir de rentas del pasado.
Son ex-gigantes que ya están muertos (a veces ellos ni lo saben), pero aún tienen mucha inercia, cierto nombre, y te van a fastidiar seguro de forma indirecta (y no necesariamente intencionada).
A menos que sepas lo que estás haciendo a la hora de comunicar en tu negocio, claro. En ese caso ni Trol, ni Trola. No tienes nada qué temer.
¿Y otro trol de patentes reciente?
Yo.
Jeje.
A ver, ocurrió de casualidad.
Una vez me encontré con la posibilidad de comprar un dominio muy potente en una subasta.
Parecía increíble que estuviese disponible.
Y cometí el error de novato de hacerme con él.
Entonces tuve que pelearme durante meses con la multinacional que lo había dejado sin renovar por error.
No llegamos a juicio, pero si llega a ocurrir igual no estarías leyendo este email ahora.
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Las conversaciones que tuve con el CEO y fundador no son tan graciosas como las de Silicon Valley, pero tienen su puntillo.