Cuando era pequeño me prohibían ver películas de terror. E irónicamente, eran las pelis que más me atraían y más curiosidad tenía por ver. De hecho, acabé viéndolas a escondidas y ya ves tú. No pasó nada. He acabado siendo un tipo de lo más normal.
…
Friday the 13th («Viernes 13»)
… Era una de ellas.
Yo quería verla, pero me decían que sobre todo había una escena al final que daba mucho miedo y tal.
(spoiler: los adultos de la época no estaban acostumbrados a finales en pelis de terror donde «ganaba» el malo; je, qué pardillos)
Pero el caso.
Que hoy traigo temática de terror porque recientemente he vivido en primera persona una «típica escena de horror» en las pelis:
Que te lleven en camilla por los pasillos de un hospital.
Era mi primera vez.
Y tengo que decir que…
Esta guay.
La sensación es chula.
Es como montar en un carrito de supermercado… pero vas más cómodo.
SIN EMBARGO.
También es verdad que el techo y las paredes del pasillo no estaban:
Oxidadas
Ensangrentadas
Derrumbadas
Y los enfermeros no eran psicópatas deformes.
Esos pequeños detalles
También porque no había una banda sonora industrial de fondo apuñalándome el oído.
Je.
Es curioso lo poderoso que es el contexto.
Una misma situación puede ser divertida o puede ser lo más horripilante que te pase en la vida.
(también ayuda que sepas que no te llevan a una sala de operaciones donde te va a meter mano el tío de «Hostel»)
Así que saber manejar, interpretar, aprovechar el contexto en cualquier situación… es muy interesante.
Y, la verdad, no tengo un infoproducto específico al respecto (todavía).
Pero lo más probable es que te prohibiese comprarlo igualmente.
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