Hace no tanto, con el caso Rubiales aún calentito, Leticia Sabater dio un concierto para promocionar su nuevo «hit» veraniego:
«Barbacoa al Punto G»
Ella permite subir a gente al escenario y ese día subió un maromo que le comió los morros de Carmen de Mairena que lleva.
Pero no solo le dio un beso, sino que le sujetó la cabeza y le hizo una limpieza a lo Peter Pan (hasta la campanilla).
Durante un sospechoso largo tiempo sin la intervención de seguratas.
Mientras que ella visiblemente se quería zafar.
El día después, el «suceso» estaba en todos los medios de prensa y el caso se trató como una situación de acoso. Con seriedad.
Yo no me lo podía creer.
«Igual es el periódico este, que se lo ha tragado»
Busqué en más medios.
Todos decían lo mismo.
Había incluso declaraciones de Leticia (la Sabater digo, no la Reina):
«Me encuentro perfectamente. Siento que, fruto de la euforia, se le fue un poco la pinza y no lo justifico, pero le puedo pasar a cualquiera. Al final estamos en un concierto todos con la adrenalina muy subida y hay que ponerse también en esa situación y, repito, no lo justifico, pero todo el mundo podemos meter la pata en algún momento. Lo que no quiero es que nada haga borrar el éxito que tuve en ese concierto, no quiero darle más importancia ni creo que haya que darle más vueltas».
JUAS.
Pero vamo a vé.
¿En serio?
¿Es que nadie aprendió nada de Crónicas Marcianas?
¿De verdad?
… Que es un puto montaje.
Un teatrillo.
Que estaba todo pensado.
Que era para que se hablase de ella en los medios, como así fue.
Que nadie había dicho nada del concierto ese hasta que pasó esto.
Y de repente estaba en todos los diarios gratuitos que se reparten en el metro.
Le hice seguimiento un par de veces más, esperando a que al menos un youtuber destapase el pastel…
Pero nada.
La Sabater es un esperpento en casi todo, pero si algo sabe hacer es promocionarse a sí misma.
No se ha convertido en cultura pop de casualidad.
Lo hizo porque estaba dispuesta a todo.
… Y eso en sí mismo es, en cierto modo, admirable.
Ese es el tipo de «talento» que requiere, y no otro.
Por lo demás, la técnica para viralizar es fácil de entender, pero difícil de ejecutar.
Solo tienes que replicar y adaptar un caso polémico que se haya hecho viral recientemente.
Importante lo de recientemente.
Esto funciona como un Efecto Umberto Eco:
La fuerza disminuye con el tiempo y con la cantidad de «ecos» que estén haciendo sonidos parecidos a la vez.
Porque en internet lo que fue viral la semana pasada ya es de la Edad Media.
Y eso, ya te digo, la Leti lo ve rápido.
(Quizá es por lo de tener un ojo pa Cuenca y otro pa Valladolid, no sé)
Ahora bien, ¿se puede hacer sin tanta exposición y ridículo?
Sí, hay métodos menos ridículos y que requieren de mucha menos exposición por tu parte.
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